Un cadáver es descubierto en un parque de diversiones abandonado, la víctima presenta numerosas perforaciones en su abdomen y le falta el ojo izquierdo. Las circunstancias del asesinato se asimilan mucho a unos asesinatos en serie que tomaron lugar 6 años antes de los acontecimientos del juego, donde también las víctimas aparecían sin un ojo.
Así empieza la historia de nuestro protagonista Kaname Date, un detective que misteriosamente también le falta su ojo izquierdo, en el cual tiene un ojo prostético donde reside su compañera de investigación, una inteligencia artificial de última generación conocida como Aiba. Date es parte del departamento policíaco metropolitano de Tokyo perteneciente a la división conocida como ABIS que se encarga de infiltrarse en la mente de los sospechosos para conseguir información que estos no recuerdan o simplemente no quieren presentar.
AI: the Somnium Files es el último juego del director Kotaro Uchikoshi, creador de la aclamada trilogía de supervivencia y misterio «Zero Escape». Tu trabajo es descubrir quién es el culpable, investigando las diversas escenas del crimen e interrogando a los sospechosos aún si estos no recuerdan información valiosa para la investigación, pues gracias a tu compañera Aiba, puedes acceder a los sueños de dichos sospechosos para tratar de interpretarlos y sacar información valiosa.
El juego se divide en dos partes, la primera consiste en investigaciones, ya sea de las escenas del crimen, interrogando a los personajes de la historia o simplemente dialogando con ellos para conocerlos más a fondo, tratando de sacar cualquier información relevante para la investigación. Lo bien escritos que están todos los personajes y las personalidades de ambos protagonistas (Date y Aiba) hacen que todos los diálogos tengan un humor increíble. Sin lugar a duda, parte de la magia de los diálogos está en los monólogos que suceden entra Aiba y Date.
La segunda parte del juego consiste en entrar en los sueños de los sospechosos, donde puedes moverte libremente dentro de los mismos, interactuando con objetos, tratando de remover los bloqueos mentales que protegen la información que tanto estas buscando. Dentro de los sueños hay un límite de tiempo de 6 minutos bien justificado por la historia, pero no te preocupes, en caso de no poder solucionar el sueño siempre puedes empezar de nuevo sin ningún tipo de penalidad.
Al igual que los otros juegos de Uchikoshi, tus decisiones cuentan y van moldeando la historia a tu alrededor, en varios momentos tus acciones abren diversos caminos, estos pueden verse en el «flowchart» del juego, una especie de línea temporal gráfica donde puedes ver por qué camino estás yendo y te permite saber fácilmente si otra decisión hubiera abierto otro futuro por donde pudiste haberte ido. Estos futuros son completamente diferentes el uno del otro, siempre dándote información relevante para tu investigación. En cualquier momento de la historia puedes ir hacia atrás en el flowchart y elegir otro camino, pero ten en cuenta que Date no recuerda lo que hizo en otra ruta tomada previamente.
AI: the Somnium Files es uno de los mejores juegos que he tenido la oportunidad de jugar en los últimos años, la historia me hizo lagrimear más de una vez y los personajes están tan bien escritos que encariñarse con ellos es solo cuestión de tiempo. La historia es extremadamente memorable, sigo pensando en el juego días después de terminarlo. Uchikoshi diseña su historia de una manera que siempre hay giros en la trama y todo lo que creías se va por la borda. Súmale a esto que los personajes fueron diseñados por el diseñador de Fire Emblem y la música te mantendrá enganchado de principio a fin.
Ningún juego es perfecto, el límite de tiempo dentro de los sueños puede verse como una limitación molesta, pues siempre se puede empezar sin penalidad, esto sumado a que si eres una persona que no le gusta leer mucho, este no es el juego para ti.
Me tomó aproximadamente 24 horas conseguir el true ending. Este podría ser el mejor juego que ha dirigido Uchikoshi, donde se nota que la pasión por su trabajo y la determinación de su equipo dieron fruto.