Sony ha sido objeto de críticas generalizadas recientemente, tras anunciar el aumento de los precios de ambos modelos de PS5 en determinadas regiones, como Europa, Reino Unido, Japón y Canadá. La compañía afirma que ha realizado el cambio debido a «las difíciles condiciones económicas», como las «altas tasas de inflación mundial» y las «tendencias monetarias adversas».
Ha sido un cambio sorprendentemente impopular, pero parece que Microsoft no planea seguir los pasos de su competidor, al menos por ahora. En un comunicado facilitado a Windows Central, la compañía ha confirmado que, en un futuro previsible, no tiene previsto aumentar los precios de las Xbox Series X y Xbox Series S, que seguirán siendo los mismos en las distintas monedas.
«Estamos evaluando constantemente nuestro negocio para ofrecer a nuestros fans grandes opciones de juego», dijo un portavoz de Microsoft. «Nuestro precio de venta sugerido para Xbox Series S sigue siendo de 299 dólares (250 libras, 300 euros) y el de Xbox Series X es de 499 dólares (450 libras, 500 euros)».
Eso no significa que Microsoft no vaya a subir nunca los precios de sus consolas de actual generación, por supuesto, pero al menos ha asegurado que las Xbox Series X/S seguirán vendiéndose a sus precios actuales en un futuro próximo. Esperemos que la reacción contra los cambios de precios de Sony en PS5 sirva para disuadir de aumentos similares en otros lugares.