México está horrorizado por los hechos ocurridos en la ciudad de Tijuana el pasado domingo 13 de febrero. Un niño, de apenas cinco años, mató a tiros a su hermana, tres años menor, mientras “jugaba” a Fortnite, tras haber sustraído un arma del trabajo de su padre.
Está claro que la tecnología es un elemento de la vida cotidiana desde edades muy tempranas. Aunque son muchas las razones por las que los padres deciden comprar celulares, consolas o computadoras, la realidad es que hoy en día los niños y niñas dominan los avances rápidamente y en ocasiones los tutores se descontrolan.
En los últimos años se ha concluido que las tecnologías pueden convertirse en una peligrosa adicción para los más pequeños de la casa, además se han incrementado las muertes y accidentes de niños y adolescentes que juegan o intentan imitar videojuegos, que en muchos casos son violentos y están relacionados con el uso de armas, cuchillos, entre otras cosas.
A principios de 2022, la Organización Mundial de la Salud incluyó la obsesión y la adicción a los videojuegos y las redes sociales dentro de los trastornos mentales cuyas consecuencias pueden terminar en depresión, retrasos, largas deudas económicas y hechos fatales.
El domingo 13 de febrero en la ciudad de Tijuana- México, un niño de cinco años mató a su hermanita de un tiro en la cabeza mientras “jugaba” a imitar a Fortnite con un arma que encontró en el garaje donde trabajaba su padre.
Según el informe policial, el pequeño agarró un revólver calibre 38 que estaba en un estante de la oficina donde trabaja su padre. Tras el hallazgo, tomó el arma para “jugar” como si estuviera en el videojuego.
Después de algunos movimientos, el niño apretó el gatillo y la bala fue en dirección a su hermana menor, quien recibió un disparo de cien y murió instantáneamente. Su padre, que estaba arreglando un coche en el foso, escuchó la detonación y salió corriendo a ver qué había pasado.
La escena fue desoladora, la hija estaba en el piso, en medio de un charco de sangre sin señales de vida. El horror continuó El hombre intentó quitarle el arma de las manos a su hijo, pero recibió un disparo en el brazo.
A pesar del dolor del padre por la bala en su cuerpo, cargó a la pequeña en su auto y la llevó a un centro médico de la Cruz Roja en la colonia Los Álamos. Sin embargo, ya era demasiado tarde. La niña ya había fallecido.
El niño, que disparó el arma, fue interrogado por la policía en presencia de su madre y explicó que estaba jugando con su hermana y cuando encontró el arma de fuego decidió jugar con ella como en el videojuego “Fortnite”. Es más, agregó que pensó que se trataba de una pistola de juguete.
El padre de los hermanos también tuvo que dar su testimonio del hecho y comentó que llevó a los pequeños al trabajo porque su esposa estaba en el hospital con otra de sus hijas que tenía insuficiencia renal.