Luego de 12 largos años desde su precuela y un desarrollo un tanto turbulento, Dragon’s Dogma 2 finalmente está entre nosotros. Desarrollado por Capcom, bajo la dirección de Hideaki Itsuno, conocido por Devil May Cry y el Dragon’s Dogma original, esta secuela honra los elementos que le otorgaron a su predecesor un estatus de culto, adaptándolos ingeniosamente a los estándares modernos del año 2024. Si bien no es una obra sin defectos, Dragon’s Dogma 2 destila una esencia tan única y característica que establece su propio nicho en el saturado género RPG de fantasía, donde la magia y los dragones son protagonistas.
Después de invertir más tiempo del esperado en su robusto creador de personajes, finalmente asumimos el papel del “Arisen”, el presunto “elegido” a quien un dragón ancestral le ha robado su corazón, con la promesa de encontrarlo nuevamente y derrotarlo para salvar al mundo. Es una premisa que hemos visto muchas veces, sin embargo, Dragon’s Dogma 2 le da un giro. Asumiendo nuestro destino como el “Arisen”, se nos presenta uno de los rasgos más distintivos de la franquicia: la habilidad de comandar a los “peones”. Estos seres subhumanos, nos juran lealtad incondicional y nos acompañan a lo largo de nuestro trayecto, aportando una dinámica interesante al juego.
La Aventura Comienza
Nuestra aventura en Dragon’s Dogma 2 se inicia en circunstancias sombrías, como prisioneros en un campamento de trabajos forzados. Un encuentro fortuito y violento con Medusa nos brinda la oportunidad perfecta para huir. En medio del caos, nos abrimos paso hacia Vermund, un país de exuberante verdor, con bosques densos y extensas llanuras que se convierten en el escenario principal de las primeras horas de juego. Es en este punto, tras elegir entre las cuatro clases fundamentales —Luchador, Arquero, Ladrón o Mago—, donde el juego realmente se expande, ofreciéndote la libertad de explorar a tu propio ritmo y forjar tu propio camino.
Un mundo que ruega ser explorado
Dragon’s Dogma 2 realmente brilla es en su exploración. Con un mapa que duplica en tamaño al de Skyrim, nos encontramos con un mundo repleto de diversas ciudades, pueblos, ruinas antiguas, fortalezas imponentes, cuevas misteriosas y mucho más. Cada paso que damos revela puntos de interés y misiones secundarias que le dan vida al mundo. La riqueza del contenido oculto, no solo en Vermund sino también en las otras tierras que exploraremos a lo largo de nuestra aventura, nos invita a desviarnos de los caminos trillados en busca de todos los secretos que aguardan ser descubiertos. Descubrir una cueva que esconde una armadura legendaria luego de una pelea épica con una quimera será, y seguirá siendo una de las razones por las cuales me enamore de este hobby que tanto me gusta.
El ciclo de día y noche es una pieza clave en la experiencia de Dragon’s Dogma 2, transformando el mundo en un lugar mucho más amenazante bajo el manto de la oscuridad. La visibilidad se reduce drásticamente, y nos vemos forzados a encender nuestras lámparas para iluminar apenas unos pasos adelante, creando un ambiente de suspenso y vulnerabilidad. Si algo brilla en la distancia, hay una buena posibilidad de que sea un par de ojos observándonos.
La noche trae consigo una mayor dificultad debido que sumando la presencia de enemigos comunes, también despierta a criaturas como espectros, esqueletos y nigromantes. Esta atmósfera de incertidumbre nos impulsa a aprovechar la mecánica de “acampar”, nuestro refugio de la oscuridad. Aquí podemos descansar, sanar nuestras heridas y preparar comidas que nos proporcionan beneficios temporales, esenciales para sobrevivir y continuar nuestra misión al amanecer. Sin embargo, el riesgo de ser atacados mientras acampamos es una posibilidad que tenemos que tomar en cuenta y estar preparados.
Nuestros Peones
Como ya hemos mencionado, ser el “Arisen” nos otorga el poder sobre los “Peones”, quizás el rasgo más distintivo de la franquicia. Además de nosotros, podemos contar con hasta tres peones adicionales en todo momento. Uno de ellos será nuestro peón principal, un compañero constante desde el inicio del juego, que podemos personalizar y adaptar a nuestro estilo, eligiendo incluso su clase. Los encontraremos errantes por el mundo, listos para ser reclutados, o podremos invocar a los peones principales de otros jugadores usando los Rift Stones que se encuentran regados por el mapa. Estos peones traen consigo recuerdos y conocimientos adquiridos en sus aventuras previas con sus antiguos amos, actuando como guías hacia tesoros escondidos, puntos de interés que no hemos descubierto e incluso soluciones a misiones que tengamos activas, además de revelar debilidades en los enemigos previamente enfrentados.
Asimismo, nuestro peón principal será frecuentemente reclutado por otros jugadores, donde luego de descansar en un campamento, nos contara sobre lo que aprendió y lo veremos reflejado en su nuevo comportamiento. Esta interactividad añade una capa de conexión con otros jugadores a través de sus peones principales, enriqueciendo la experiencia y dando vida al mundo del juego de una manera sorprendentemente efectiva.
Los peones contratados no ganan experiencia mientras viajan contigo, lo que te incentiva a rotarlos con frecuencia, refrescando la dinámica de tu grupo y aprovechando las habilidades complementarias que cada clase aporta al conjunto. Este sistema es lo que ha diferenciado para mi a Dragon’s Dogma 2 de otros juegos que comparten el mismo género.
Un combate adictivo
El combate es, sin lugar a duda, el corazón palpitante de Dragon’s Dogma 2. Cada clase, tanto las 4 fundamentales disponibles desde el comienzo como las otras 6 que desbloqueamos a lo largo de nuestra aventura, ofrece una experiencia única. El juego nos desafía a ir más allá del mero hack-and-slash, instándonos a considerar cuidadosamente nuestro posicionamiento y estrategia. Esto se debe en gran parte al sistema de stamina, que nos obliga a gestionar cuidadosamente este recurso para no quedarnos vulnerables al agotar nuestras habilidades especiales.
Sumado a que cada vez que recibimos daño de cualquier tipo, nuestro máximo de puntos de vida disminuye, nos obliga a pensar antes de actuar ya que, si luchamos de manera descuidada, podemos poner en riesgo las próximas peleas que se avecinan antes de lograr descansar en un campamento o pueblo.
La comparación del sistema de combate con Monster Hunter es acertada, ya que no solamente estaremos luchando contra goblins, esqueletos u otros humanos, sino que enfrentaremos también a enemigos colosales como grifones, ogros, quimeras y dragones.
Estas batallas épicas ponen de relieve una de las mecánicas fundamentales del juego; la de “trepar” por los enemigos, permitiéndonos posicionarnos en sus cuerpos para así poder atacar sus puntos débiles, derribándoles y asegurando golpes devastadores. Además, el uso estratégico de elementos como fuego, trueno y hielo añade una capa adicional de táctica, ya que cada uno afecta a los enemigos de manera distinta, ya sea congelándolos, paralizándolos o infligiendo daño continuo.
La importancia de una composición equilibrada del grupo no puede ser subestimada. La sinergia entre las distintas clases puede ser la diferencia entre una batalla de 20 minutos y una victoria rápida de 5 minutos. Este nivel de profundidad estratégica es lo que hace que el combate de Dragon’s Dogma 2 sea tan gratificante y emocionante.
Una narrativa predecible.
No obstante, no todo es perfecto en Dragon’s Dogma 2. La trama del juego, aunque cumple su función, no alcanza las alturas de sus otros elementos. La historia sigue el arquetipo del “elegido que salva al mundo”, y aunque hay giros narrativos que sorprenden, estos son más bien la excepción que la norma. Este juego es un testimonio de que el viaje es más placentero que el destino; los personajes que encontramos y los lugares que visitamos son mucho más memorables que la historia en sí.
El sistema de misiones de Dragon’s Dogma 2 se desvía de lo convencional. El mapa no siempre indica claramente a dónde ir, lo que nos obliga a investigar y pensar de manera creativa para descubrir pistas y soluciones. Aquí, el sistema de peones brilla una vez más, ya que los peones reclutados pueden tener conocimientos previos de misiones en sus propios mundos, guiándonos hacia soluciones basadas en sus experiencias.
Además, algunas misiones tienen un sentido de urgencia, donde el fracaso en completarlas a tiempo puede resultar en consecuencias inesperadas e incluso perder una recompensa para siempre. Sin embargo, las ciudades, las cuales son frecuentemente los lugares donde se desarrolla la historia, pueden sentirse carentes de vida, con NPCs que a menudo se repiten, carecen de detalles a nivel visual y un rendimiento técnico que deja que desear, lo cual disminuye la inmersión en lo que de otro modo sería un mundo de juego vibrante y convincente.
Apartado Gráfico y Sonido
El apartado gráfico de Dragon’s Dogma 2 es un espectáculo en ciertos aspectos, mientras que en otros, deja espacio para mejoras. El motor gráfico Re-Engine de Capcom, que ha evolucionado significativamente desde su debut en Resident Evil 7, se utiliza para dar vida a este mundo. Las texturas de alta calidad y el manejo de la luz son particularmente impresionantes, al igual que los paisajes medievales que sirven de escenario para dragones y grifones que surcan los cielos. Sin embargo, algunos personajes carecen de la misma atención al detalle, y los entornos interiores no logran igualar la majestuosidad de los exteriores.
A pesar de su belleza, el juego sufre de problemas técnicos que afectan su rendimiento. Mantener un frame Rate estable es un desafío, incluso para las computadoras equipadas con las tarjetas de vídeo más potentes, lo que puede entorpecer la experiencia de juego.
En cuanto a la banda sonora, Dragon’s Dogma 2 opta por un enfoque más sutil. Aunque la música cumple su función, no hay piezas que destaquen particularmente o que se queden grabadas en la memoria. Los efectos de sonido, aunque adecuados, no se desvían mucho de lo que se podría esperar de un juego adaptado a fantasía medieval.
La Controversia de los micro pagos
No podemos terminar sin hablar de la importante influencia que ejercen ciertos recursos en la experiencia de juego en Dragon’s Dogma 2. La capacidad de resucitar tras la muerte, aplicable tanto al jugador como a cualquier NPC, independientemente de su relevancia narrativa, requiere una Wakestone. Asimismo, el viaje rápido entre ciudades, accesible desde cualquier punto del mapa, demanda un Ferrystone; y la posibilidad de acampar, necesita un kit de acampada. Incluso, la personalización estética de nuestro personaje o del peón principal incurre en un costo adicional. La escasez de estos recursos es tal que induce al jugador a conservarlos, evitando su uso para no agotarlos.
La estrategia de Capcom de limitar la disponibilidad de estos recursos en el juego podría haber sido acertada, tomando como explicación el “realismo”, si no fuera por la opción de adquirirlos con dinero real en la tienda de microtransacciones.
Nos encontramos ante un título con un precio base de 70 dólares con microtransacciones, las cuales resuelven un problema creado por el mismo desarrollador. Si bien esta no es la primera vez que presenciamos tales tácticas, ni probablemente sea la última, es indiscutible que estas prácticas predatorias solo sirven para dañar la reputación del desarrollador y, por extensión, del propio juego.
Dragon’s Dogma 2 podría alcanzar un nivel superior si estos recursos esenciales no fuesen tan limitados para fomentar su compra por microtransacciones.
Veredicto
Dragon’s Dogma 2 representa una experiencia de juego ambiciosa y cautivadora que combina hábilmente elementos familiares con innovaciones frescas. Aunque su narrativa puede carecer de originalidad en ciertos aspectos y algunos problemas técnicos pueden empañar la inmersión, el juego brilla por su combate, una exploración inmersiva y su sistema único de peones.
Sin embargo, la inclusión de microtransacciones para recursos esenciales plantea preocupaciones sobre el diseño del juego. A pesar de estos obstáculos, Dragon’s Dogma 2 destaca como una adición notable al género RPG de fantasía, ofreciendo una experiencia gratificante para los fans de su precuela y para nuevos jugadores por igual.
¡No se olviden de disfrutarlo al máximo, y siempre saquen tiempo para jugar!
Dragon’s Dogma 2 esta disponible desde el 22 de marzo de 2024. Disponible para PS5, Xbox Series X/S y para PC a través de Steam. Esta reseña fue realizada en una PC (Steam) por Miguel Elmudesi y Manuel Liriano, gracias a un Código otorgado por Capcom.
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